domingo, 22 de junio de 2008

EL EJECUTIVO EFICAZ


Quiero comprtir con ustedes mis apreciaciones del Libro "El Ejecutivo Eficaz" de Peter Drucker, este libro nos brinda muchos consejos que podemos aplicarlos de manera inmediata, en la medida que querramos ser Ejecutivos Eficaces.

El valor de un ejecutivo depende de su capacidad para hacer bien las cosas correctas, comúnmente esto significa hacer lo que otra gente ha pasado por alto, tanto como evitar lo que es improductivo. El autor señala cinco talentos como esenciales paras una administración eficaz, y afirma que estos talentos pueden aprenderse.
Estos talentos son los siguientes:

1. Saber administración del tiempo
2. Saber discernir lo más adecuado para una organización.
3. Saber distinguir dónde y cómo aplicar nuestras fuerzas para obtener los mejores resultados.
4. Saber reconocer las prioridades.
5. Saber combinar los cuatro puntos anteriores.

La obra nos muestra como pueden desarrollarse cada uno de estos cinco talentos.

1. Saber Administrar su tiempo:

El ejecutivo eficiente, dice el autor, no empieza a actuar, antes de verificar su tiempo. Y no planifica antes de aclarar el sentido real de éste. Luego intenta manejarlo y elimina toda demanda improductiva de su tiempo. Por último consolida su tiempo mediante la más grande cadena posible de unidades consecutivas, entonces este proceso se da en tres etapas:

* Registro,
* Manejo y
* Consolidación del tiempo.

Estas etapas constituyen la base de la eficiencia ejecutiva.
El ejecutivo eficiente sabe, en consecuencia, que para manejar su tiempo debe conocer previamente su empleo exacto.

2. Saber discernir lo más adecuado para una organización:

El ejecutivo eficaz se concentra en su contribución. Mira más allá de su trabajo, hacia las metas exteriores; se pregunta ¿puedo aportar algo que influya significativamente en las realizaciones y logros de mi empresa? Y pone énfasis en su responsabilidad.
La contribución del ejecutivo deberá volcarse a tres áreas de la empresa:

* Resultados directos.
* Creación y afirmación de valores, y
* Desarrollo de gente para el futuro.

Toda contribución fomenta por si misma, los cuatro requisitos básicos de la efectivas relaciones humanas:

* Comunicación,
* Trabajo de Equipo,
* Autodesarrollo, y
* Desarrollo de los demás.

3. Saber distinguir dónde y cómo aplicar nuestras fuerzas para obtener los mejores resultados:

EL ejecutivo eficiente torna efectiva toda energía, sabe que no se puede construir sobre la debilidad. Para lograr resultados debemos aprovechar todas las fuerzas disponibles: La de nuestros compañeros, la de nuestros superiores y las propias. El objetivo de las organizaciones es hacer producir a todas las fuerzas, sin desconocer las debilidades que cada uno podría tener, debido a que no existe la perfección.

La labor del ejecutivo eficaz en hacer que las fortalezas sean lo mas grande posible y que las debilidades sean lo más pequeñas posibles, para que toda esa diferencia se torne en energía positiva para la consecución de los objetivos de la organización.

Esto no lleva a concluir que las organizaciones buscan personas por su capacidad y rendimiento, no por simpatías o antipatías.

La misión del ejecutivo eficaz es conducir las fuerzas individuales de sus subordinados hacia el objetivo común de la empresa, para ello deberá seguir cuatro normas:

* El ejecutivo eficiente fija objetivos alcanzables en el corto plazo, no fija objetivos imposibles de alcanzar.
* El ejecutivo eficiente llena las vacantes basándose en la fuerza individual, es decir que cada cargo que se cree en la empresa sea importante y exigente e implique un desafío a las energías de cada hombre.
* El ejecutivo eficiente sabe que debe empezar por descubrir que puede realizar un hombre, antes de atender los requerimientos del cargo, es decir debe pensar en el hombre mucho antes de cubrir la vacante haciendo una abstracción del cargo.
* El ejecutivo eficiente sabe que para activar las fuerzas hay que tolerar los defectos

4. Saber reconocer las prioridades:

El único secreto de la efectividad (si hay alguno) es la concentración. El ejecutivo eficaz hace primero las cosas principales, pero nunca al mismo tiempo.

La concentración es inherente a la índole de su trabajo y a la propia naturaleza humana.
El ejecutivo eficiente sabe que ha de realizar muchas cosas, pero de modo efectivo. Por lo tanto, concentra su tiempo y energías, como así también los de la organización, para realizar una cosa por vez y, primero las principales.

Esto lleva al ejecutivo eficiente a determinar prioridades y posterioridades. Determinar posterioridades es una tarea difícil, debido que nuestras posterioridades pueden ser primera prioridad de otro. Una alternativa es hacer una pizca de todo y dejar contento a todo el mundo, lo malo es que no haremos absolutamente nada.

Lo fundamental que atañe al las prioridades y posterioridades, no es realizar un estudio inteligente de que hacer, sino tener coraje para determinar las prioridades, para lo cual el autor propone las siguientes reglas:

* Escoger el futuro contra el pasado.
* Enfocar la oportunidad, más que el problema.
* Elegir el propio rumbo, en vez de seguir la corriente, y
* Apuntar alto, a una meta distinta y no a lo seguro y fácil de ejecutar.

Las prioridades y posterioridades han de ser una y otra vez reconsideradas y revisadas a la luz de los resultados.

5. Saber combinar los cuatro puntos anteriores:

La toma de decisiones es una de las tareas del ejecutivo, y esta resulta de saber aplicar los cuatro puntos anteriores.

El ejecutivo eficiente no adopta muchas decisiones, sino que se concentra en las más importantes, y se preocupas más por desentrañar lo estratégico y lo genérico, que por resolver problemas. Las pocas decisiones importantes que toma se producen en el más alto nivel conceptual.

Según el autor, para tomar una decisión efectiva hay que tener en cuenta lo siguiente:

* La clara verificación de que el problema es genérico y puede ser únicamente resuelto mediante una decisión que establezca una pauta, un principio.
* La definición de las especificaciones exigidas por el problema, es decir las condiciones limite.
* El estudio a fondo de lo que es correcto, esto es, de la solución que plenamente se ajustara a dichas especificaciones, antes de encarar los compromisos, adaptaciones y concesiones indispensables para tornar aceptable la decisión.
* El empeño de llevar ésta a cabo.
* El retroalimentador que prueba la validez y efectividad de toda decisión, contrastándola con el curso real de los hechos.

Estos son elementos fundamentales de un efectivo proceso de toma de decisiones.

El autor concluye, con dos premisas:

* Es obligación del ejecutivo ser eficiente.
* La efectividad puede aprenderse.


ALPINO® 06/2008